Don Fernando Martín

Sí, hoy hace 20 años de la muerte del símbolo perpetuo del baloncesto español.
Sí, yo solo tengo 24 y no tengo ni un mísero recuerdo de aquel día 3 de Diciembre. Exactamente solo contaba con 3 años y 11 meses justos de vida, ahora, siendo el menos indicado, permitidme rendirle un pequeño homenaje.

Hace días que se habla de que hoy se cumplían veinte años del trágico accidente. Que se haría un homenaje en teledeporte, reportajes en los periódicos, especiales en Webs baloncestistas, y sinceramente, no había llamado en mí una atención especial.

Y os preguntaréis que ha despertado en mí este interés en rendirle estas palabras, o quizás no, vete tu a saber, pero para quien le interese, hoy me he levantado con una saciedad de informarme sobre lo que yo debería estar diciendo ahora si hubiese vivido en aquella época, si hubiera conocido en primer persona los momentos de pasión que en el público levantaba Fernando Martín, para mí a partir de hoy (y llamarme ignorante durante mi adolescencia deportista si queréis) Don Fernando Martín. Así que me he dedicado a leer todos y cada uno de los artículos relacionados que he encontrado relacionados con el tema, he leído lo que me gustaría estar escribiendo a mí ahora y no puedo, y me han bastado bien pocos artículos para entender e incluso sentir lo que muchos sienten.

En nuestra historia del baloncesto aparecen 3 nombres en negrito y cursiva, el primero es James Naismith (Inventor del Baloncesto en 1891) y luego ya viene Fernando Martín, hasta entonces esta historia transcurría sin sobresaltos, ni buenos ni malos, cuando era buenos pasaban desapercibidos, cuando era malos no había ni ocurrido. Pero llegó Don Fernando, con 15 años para iniciarse en esto del baloncesto en el colegio, con 16 en el Estudiantes y con 17 esta jugando en primera haciendo subcampeón de liga al equipo de Magariños el segundo año y debutando con 19 en la selección nacional. Luego ya viene Pau Gasol.

Dicen que Fernando abrió las puertas de la NBA a los jugadores españoles actuales. Aunque no lo comparta, puesto que el paso testimonial de Don Fernando no creo que creara mucho interés en aportar más producto español a la competición, nadie le quita que el fue el primero en hacerlo.

Lo que de verdad me ha impactado es leer que su muerte provocó las lágrimas de Audie Norris (Así como la de muchos otros compañeros de profesión y alrededores) y si algo si he tenido presente durante este tiempo es de las batallas que se libraban en la cancha ambos, Audie dijo que se había ido un amigo y lloraba cual niño, ver los litros de sudor que desprendían ambos cuando se enfrentaban me hace pensar que aunque hubiera una mejor climatización en los pabellones entonces, el sudor se derramaría igual o peor. Aunque Audie seguía llorando.
Eso me ha hecho entender de la garra, del espíritu competitivo i ganador que tenía Fernando y en menor proporción los jugadores de entonces. Podían levar-se muy bien, pero nadie les quitaba las armas de guerra en la pista, No creo que eso se vuelva a vivir jamás, él decía que “No se levantaba para perder”, ahora decimos que “No nos levantamos para hacer el ridículo”

Ahora entiendo mucho más de esta consternación, gracias Don Fernando.